El metro empieza a acercarse a Rekalde aunque a poca velocidad, con la maquinaria administrativa a los mandos del convoy. El Gobierno vasco acaba de adjudicar a la ingeniería Idom la redacción del estudio básico de la denominada Línea 4, que llegará a este barrio bilbaíno desde Moyua. Con un presupuesto de 187.000 euros, el informe es el primer peldaño de una larga tramitación a la que todavía es aventurado poner fechas, pero resulta especialmente valioso en un proyecto que se sustenta en años de debates políticos y reivindicaciones vecinales.
El pasado mes de enero, cuando las instituciones presentaron las ampliaciones del suburbano, el ramal a Rekalde se dibujó con una línea de puntos que partía desde Moyua con paradas intermedias en Zabalburu e Irala. El trabajo encargado a Idom, que se pondrá en marcha antes de fin de año -hay un plazo máximo de dos meses para firmar el contrato- lo convertirá en un trazo definido aunque sin detalles. En esta primera fase se analizarán, entre otras cuestiones, la «viabilidad económica y social del proyecto» y la ubicación de las estaciones, de forma que puedan dar servicio al mayor número posible de usuarios.
Así se traducirá a términos técnicos como las isocronas -ciudadanos residentes a cinco y diez minutos de una boca de metro- la demanda que tantas veces se ha expresado en las calles de Bilbao. Incluso para los estudiosos de la vida municipal, resulta difícil recordar la primera manifestación en favor del suburbano en Rekalde. La última se produjo hace unos meses.
El pasado 26 de abril, cientos de vecinos se echaron a la calle para reivindicar la construcción de una línea de metro y expresar su rechazo al tranvía, algo que refrendó una encuesta realizada a 4.500 residentes este verano. El Departamento de Obras Públicas y Transportes, sin embargo, descarta cualquier riesgo de colisión entre ambos medios de transporte. El tranvía ya dispone de un proyecto detallado -aunque las obras, previstas para junio, todavía no han empezado- y el metro, en fase preliminar, va hacia adelante.
«Voluntad firme»
La adjudicación del estudio básico es la mejor prueba de la «firme voluntad» de las administraciones por llevar a cabo esta infraestructura, destacan los responsables del departamento. Al mismo tiempo, advierten de que hay «muchísimo trabajo» por delante. El informe tiene un plazo de ejecución de ocho meses, por lo que deberá estar listo el próximo verano. Además de las estaciones «y las diferentes alternativas de trazado, si las hay», en esta fase se analizará «el intermodo», la conexión de la nueva línea con las dos que ya están en servicio en la parada de Moyua.
A partir de ahí, será necesario realizar un segundo informe, el estudio informativo, que se prolongará durante más de un año. Incluye la declaración de impacto ambiental y el periodo de información pública, con las correspondientes alegaciones. Queda un tercer paso, el proyecto constructivo, que definirá al detalle la obra y fijará su presupuesto, antes de completar los trámites para empezar a trabajar sobre el terreno.
Con todos estos condicionantes, el concurso convocado para la redacción del estudio preliminar, al que se presentaron nueve ingenierías, es un paso decisivo en la larga historia de esta infraestructura, que tantos debates ha protagonizado en campañas electorales. Hace sólo un año se daba por perdida la batalla.
El acuerdo presupuestario entre PNV y PSE en la Diputación y la demanda de una plataforma ciudadana en el Parlamento, que coincidieron en el tiempo, le dieron aliento. Poco después las instituciones anunciaron su compromiso con este proyecto y con la prolongación del metro hasta el hospital de Galdakao, la Línea 5, que también está en fase de estudio.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080922/vizcaya/gobierno-vasco-encarga-primer-20080922.html
