NUEVO PARQUE. El anillo verde de Bilbao luce su mejor joya en Rekalde

Tres generaciones de bilbaínos empezaron ayer a disfrutar del parque.
La ciudad duplica con el parque de San Antonio los ratios de áreas de esparcimiento aconsejados por la Unión Europea

«Es increíble cómo se ha logrado recuperar esta falda del monte totalmente degradada». José Luis Martín dejaba a su nieta Uxue, de dos añitos, disfrutar de los juegos infantiles mientras admiraba el parque de San Antonio, en Rekalde, inaugurado ayer. Justo debajo de donde él se encontraba, estuvo el viejo campo de fútbol del Iturri, un terreno de juego abandonado hace décadas que había degenerado en «zona de acampada para gente marginal». Ya nada recuerda a aquel solar degradado en un recinto de 135.000 metros cuadrados que el Ayuntamiento no ha dudado en bautizar como la primera «playa verde» de la capital vizcaína.

Un nombre acertado por su carácter innovador, el uso exclusivo de espacios verdes para tomar 'baños' de sol, aunque en realidad los solariums ajardinados y dotados con duchas que lo caracterizan ocupan apenas un uno por ciento de su superficie. El resto se ha reservado para habilitar tres circuitos de atletismo de distintas dificultades, casi cuatro kilómetros de caminos peatonales, una pista de fitness y juegos infantiles. Tampoco faltan zonas de estancia, mesas y mobiliario para que la familia disfrute de un buen día de campo. La zona está rematada con 200 plazas de aparcamiento y un nuevo campo de fútbol para el equipo del barrio en pleno proceso de construcción.

A Ramiro Granado y Francisco Trueba también les costaba asumir el cambio experimentado por el lugar. Todavía recuerdan las «casitas» del barrio de San Antonio que fueron derribadas tras las inundaciones de 1983. Y lo que es mucho más cercano, «los desaprensivos que venían aquí a cambiar el aceite del coche y dejaban todo el suelo contaminado».

Un espacio «de todos»

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, reconocía que la regeneración de la zona ha sido integral y ha exigido un esfuerzo «muy fuerte». Un intenso año de trabajos y 5,3 millones de euros de inversión para ejecutar un proyecto que beneficiará a los vecinos de Rekalde, Larraskitu, Iturrigorri y Peñascal. «No es de este o del otro. Es de todos», resumió.

El mandatario local remarcó la apuesta municipal por dotar de zonas de esparcimiento a los bilbaínos, «porque La Alhondiga está muy bien, pero no se trata sólo de mejorar la parte interna de Bilbao». Y recordó que, en diez años, se ha multiplicado por cuatro el «anillo verde» de la ciudad. «Hay 24 metros cuadrados por habitante, el doble del ratio que aconseja la Unión Europea», puntualizó el director de Obras y Servicios del Ayuntamiento, Fran Víñez.

A pesar de ser apenas unos veinteañeros, Daniel y Erlantz se revelaban ayer como los más conservadores en la puesta de largo del parque. Lamentaban haber perdido su particular parcela de «libertad». «Es verdad que había degradación, pero lo preferíamos cuando era más 'salvaje'», admitían.

Minutos después, sin embargo, se entusiasmaban con el pequeño lago que se ha construido en el recinto. Su función no es sólo estética, sino que permitirá la recogida de agua pluvial y su reutilización en la red de riego para reducir el consumo. «Todo se ve muy bonito, pero el parque está muy apartado y, al menos hasta ayer mismo, los amigos de lo ajeno se han encargado de hacer de las suyas», comentaban entre sí varios jubilados.

http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20100603/vizcaya/anillo-verde-bilbao-luce-20100603.html